miércoles, julio 28, 2004

El indie como nunca se había leído.

Bien pues después de las merecidas vacaciones regresamos a laborar.
El título de esta entrega se refiere a una edición hecha por Mondadori dentro de la colección Reservoir Books, y me refiero al libro Teen Spirit. De viaje por el pop independiente , material dividido en catorce capítulos donde se relata de manera casi que cronológica la historia de lo que ha sucedido, a lo largo de treinta años, con la música indie.
Para que se den una idea del contenido del libro pondré los nombres de los capítulos:
  1. New York, New York: una escena y dos generaciones, por Quim Casas.
  2. ¿Quién mató a Bambi?: punk, o el fin del rock'n'roll, por Oriol Rossell.
  3. El salto hacia adelante: la revolución ética y estética del post-punk, por Ricardo Aldarondo.
  4. El declive de la civilización estadounidense: breve historia del hardcore, por Joan S. Luna.
  5. Guitarras, paro, gladiolas y Margaret Thatcher: el pop independiente británico en los ochenta, por Half Nelson.
  6. Rock without rocking: la edad dorada del indie rock americano, por Juan Manuel Freire.
  7. El barro y la tragedia: una historia del grunge, por David Saavedra.
  8. Un amanecer continuo: las guitarras y la electrónica entran en colisión, por Marc Piñol.
  9. Mujeres al borde de un ataque de nervios: riot grrrls y alrededores, por Eduardo Guillot.
  10. En nombre de la Union Jack: auge y caídadel brit-pop, por Jordi Bianciotto.
  11. Fuera de este mundo: la reinvención sonora del post-rock, por David Broc.
  12. Rebelión en la granja: country alternativo y americana, por Miguel Martínez.
  13. Distensión post-milenio: ideas sobre el indie en el cambio de década, por Javier Blánquez.
  14. El indie pendiente: penas y alegrías de la causa alternativa en España, por Esteve Farrés.

En el libro no solo se encuentran textos sobre música sino también hay tres apéndices sobre cine, literatura y cómics; y una lista de discografía seleccionada, y como es una lista no están todos los que deberían de estar pero es bastante recomendable.

Los coordinadores del libro son Javier Blánquez, que ya nos había entregado otro excelente libro llamado Loops. Una historia de la música electrónica y Juan Manuel Freire colaborador habitual de Rockdelux.

Teen Spirit... material lleno de sonoridades, dibujos, historias, baile y recomendaciones en cada uno de los capítulos, la lectura de este libro será más placentera si de fondo suena Velvet Underground. Salud.

martes, julio 27, 2004

Diez añoz después: el mono se quedó en la tierra.


Cuando se supo la noticia del regreso de Pixies, muchos de los que vivimos el inicio de los 90 con intensidad no dejamos de alegrarnos, y los que querían saber qué pasaba con ésta banda, empezaron a comprar sus discos. La gran mayoría dice que su regreso se debe a que la cartera está flaca. Eso a quién le importa cuando se trata de corroborar la permanencia de una de las bandas más influyentes de los últimos 10 años.

A mediados de 1992 se sabía ya de que al interior de la banda había diferencias pues Black Francis tenía intenciones de grabar en solitario; en noviembre de 1992 la revista Melody Maker publica los rumores de la ruptura, pero es hasta el 13 de enero de 1993 cuando en el programa “Hit The North” de la estación británica Radio 5, Mark Radcliffe, conductor del programa, preguntaba que si eran ciertos los rumores de la desintegración de Pixies, a lo que Francis respondió: “Si..., en una palabra, si”.

Empieza el mito. Con cinco discos, entre ellos el tercero en su carrera Doolittle (4AD, 89) que se encuentra en el número 88 de la lista de Rockdelux de los 200 mejores discos del siglo XX, Pixies iniciaban lo que es, hasta ahora, una de las incursiones más importantes en la historia del rock. Para constatar esto simplemente hay que ver lo que Kurt Cobain decía sobre Pixies: "Intenté escribir la canción pop perfecta, y admito que me dediqué básicamente a copiar a Pixies. La primera vez que los escuché la conexión fue muy fuerte, en ‘Smells Like Teen Spirit’ nosotros utilizamos su estructura y sus contrastes, pasando de la suavidad y el silencio al ruido y la crudeza” (Rockdelux, mayo 2004).

Come On Pilgrim (4AD, 87), con ocho temas en un mini-Lp, se coloca en los primeros lugares de las listas de popularidad de los discos independientes en Inglaterra; la sorpresa se desata con “Caribou”, a continuación “Vamos” y luego, “Isla De Encanta”, piezas medulares en la naciente trayectoria Pixie. Con voz a lo Violent Femmes y guitarrazos o lo Stooges; Black Francis, Kim Deal, Joey Santiago y David Lovering se colocan en todos los medios especialmente en la prensa inglesa.

Espaciales, crudos, arrojados, spanglish, sin titubeos, así suenan en Surfer Rosa (4AD, 88) producido apenas por Steve Albini que con éste disco inicia una carrera de éxitos como productor. “Bone Machine”, “Broken Face”, “Gigantic” y “Cactus”, [versionada en el Heathen (ISO, 02) por Bowie], son canciones de rock que nos dejan sentir la potencia de Pixielandia. Quién no recuerda el final de El Club de la Pelea cuando empieza a sonar “Where Is My Mind?”, pieza clave en la trayectoria Pixie.

“Debaser”, “Tame”, “Wave Of Mutalation”, “I Bleed”, “Here Comes Your Man”, ”Dead”, “Monkey Gone To Heaven”, “Crackity Jones” y todos los temas del Doolittle, son auténticos himnos de una generación que necesitaba de nuevos ídolos o si no, por lo menos, de sonidos diferentes. Sonidos creados por un Black Francis surrealista y juguetón, que cuando salió de ver Un Chien Andalou, (Un Perro Andaluz), -cinta rodada por Luis Buñuel y Salvador Dalí como muestra de lo que debería ser el surrealismo-, escribió “Debaser”. Y para dar ejemplo a lo anterior, citaré al propio Francis: “Cuando hacemos “Debaser”... Es como que... me gustaría que Luis Buñuel estuviera vivo; hizo aquella película Un Chien Andalou, que trata acerca de nada en particular, y el título no significa nada, de forma que en mi manera estúpida-pseudo-universitaria-naïf-cinéfilo-avantgarde-aficionado que ha visto Un Chien Andalou un par de veces, pienso: ‘Si, escribiré una canción’: Un Chien Andalou. Eso suena demasiado francés, de manera que canto: Un Chien Andalucía, y eso suena bien, ¿sabes? O sea, que ahora me encuentro al público en los conciertos gritando ‘Chhiennn!!!’; yo grito, ellos gritan, nadie sabe por qué... y no importa... es perfecto que una película surrealista de los años treinta pueda ir a parar a un grupo de rock de unos jóvenes” (Rockdelux, noviembre 1990).

Bossanova (4AD, 90), quizá el disco más pop, pero no por eso menos importante, deja escuchar surf y spaghetti western en “Cecilia Ann”, pero sin perder el rumbo del rock con canciones como “Velouria”, “Allison”, “Is She Weird”, “Dig For Fire” y “All Over The World”. En este disco Pixies siguen en la vena que los vio nacer, el indie rock. Francis comenta sobre Bossanova: “Es un disco de ciencia ficción. Este es el futuro, surfistas de ciencia ficción, cowboys, el espacio, planetas, desiertos, océanos, cielos, guitarras...”. (Select, septiembre 1990).

Quizá Trompe Le Monde (4AD, 91) sea su disco más disímbolo, pues a lo largo de las 15 canciones se dejan escuchar diferentes estilos como es el caso de “Letter to Memphis” y “The Sad Punk”, o “Subbacultcha” y “Planet Of Sound”. Trompe Le Monde se puede escuchar fácilmente por la versatilidad que tiene cada tema y también porque existe una brevísima pausa entre pieza y pieza para así poder disfrutarlo de principio a fin. ¿Sería este el último trabajo de Pixies?

Claro está que no, pues ya empezaron con una gira mundial que llegará a México el 22 de octubre [todavía se recuerda la frustración de no verlos en su momento en aquel concierto cancelado del Teatro Ángela Peralta del Distrito Federal junto a, ni más ni menos que Peter Murphy] y, seguramente graben disco, pues ya se escucha una nueva canción grabada en este 2004 llamada “Bam Thwok”, en la que se escucha la voz de Kim Deal en primer lugar, haciéndole coros Black Francis y sonando esa guitarra tan ya al estilo Pixie; canción de apenas 2 minutos 35 segundos, tiempo suficiente para marcar el regreso Pixie.

Los duendes bostonianos.





domingo, julio 11, 2004

Mis diez discos para este verano.

Franz Ferdinand Franz Ferdinand (Domino)

Helena Née Dans la Nature (Emarcy Records)

Café Tacuba Cuatro Caminos (Universal)

Isobel Campbell Amorino (Instinct)

Atom Rhumba Backbone Ritmo (Munster)

Deerhoof Milk Man (5 Rue Christine/Kill Rock Stars)

Black Lipstick Converted Thieves (Peek-A-Boo Records)

Morrissey You Are The Quarry (Attack)

Wilco A Ghost Is Born (Nonesuch)

Thievery Corporation The Outernational Sound (Esl Music)

Austin TV La última noche del mundo (Grabaxiones Alicia)

!!! Louden Up Now (Touch And Go)

Modest Mouse Good News for People Who Love Bad News (Epic)

Pauline en la Playa Termitas y otras cosas (Subterfuge)

Pretty Girls Make Graves The New Romance (Matador)

SALIERON 15!!!, NO LO PUDE EVITAR.

martes, julio 06, 2004

Tortoise: el futuro nos alcanzó.

Discos fundamentales para la historia del rock son sin duda los de Tortoise; por su sonido experimental, empezando por el fantástico Tortoise (Thrill Jockey, 94) mezcla de dub con free jazz. Sin temor a la equivocación el disco que los catapultó al "éxito" fue Millions Now Living Will Never Die, cercanos a Can pero ya marcando un sonido particular en el rolón de más de 20 minutos "Djed"; y que decir de "The Taut and Tame" pieza que resume el sonido de los de Chicago.

Con John McEntire a la cabeza, Tortoise ejerce de banda de post-rock, McEntire hace de todo en cada uno de los discos, desde productor hasta arreglista: sin duda el creador de la sonoridad de Tortoise; y así lo demuestra en TNT (Thrill Jockey, 98), material de alta calidad mezclando el jazz más avant con ritmos dub y el minimalísmo de Steve Reich.

Standars (Thrill Jockey, 2001) es quizá el disco más rítmico de Tortoise, aunque por momentos el sonido es un tanto saturado no deja de escucharse agradable; canciones fuertes llenas de energía como "Seneca" y "Monica", dejan ver, claramete, a una banda que juega con la experimentación más radical, en virtud de lograr sonar lo más poderosos e intensos posible.

Y llegamos al It´s All Around You (Thrill Jockey, 2004); quizá su disco más accesible, grabado después de diez años de carrera; aunque suena a todos los anteriores, es un material para escucharse en calma y con una buena botella de vino al lado. Menos experimental y casi en su totalidad instrumental, como la mayoría de sus trabajos anteriores; solo se escucha una voz por ahí en "The Lithium Stiffs"; "Stretch (You Are All Right)" es la rola que más nos recuerda a como sonában en 1996, la experimentación con pinceladas electrónicas continúa en "On the Chin" y en "Five Too Many".

Es de destacar el trabajo de Jeff Parker en la guitarra, el cual le da ese toque de distinción a cualquier banda de post-rock.

Grupos emparentados con Tortoise: Stereolab, The Sea And Cake y Town And Country.

jueves, julio 01, 2004

La cura es ¿The Cure?

Muchos hemos esperado el nuevo disco de The Cure con ansia, el ayuno duró cuatro años desde su bien logrado Bloodflowers (2000), aunque en el 2004 se editó el excelente Join the Dots: B-Sides & Rarities, 1978-2001; desde aquí una felicitación a todo aquel que tenga esta recopilación, seguía sin haber un disco de estudio.

The Cure es un disco que se queda a medio vuelo, hay canciones darks, rolitas felices y no podían faltar las que llevan el toque gótico, es un material que suena a todos sus discos anteriores, pero acaso ese no es el objetivo de cualquier grupo, sonar a ellos mismos y sobre todo si llevan más de veinte años de trayectoria.

"The Promise" doce minutos del más puro sonido The Cure; "Us or Them" y "Alt.end" llenas de intensidad; pop en "The End of the World" y en "(I Don't Know What's Going) On"; "Lost" buena rola para abrir un disco.

Trece discos son ya desde aquel mítico Three Imaginary Boys (1979), sin contar recopilaciones ni discos en vivo. La cura sigue curando, a su manera pero curando.